La reciente canonización del Dr. José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles además de elevarlos a la Santidad, han permitido conocer aspectos relevantes de sus vidas, que por muchos años no se habían revelado.

Más allá de los milagros y de afianzar la fe en cada venezolano, JGH y Rendiles tenían talentos ocultos, pruebas a las que se enfrentaron y hasta algunas coincidencias que no se habían dado a conocer, sin embargo marcaron su destino.

Santo José Gregorio Hernández

  1. La medicina no fue siempre su primera opción, el trujillano deseaba estudiar derecho, pero su padre le alentó a cursar medicina, consejo que lo llevó a ingresar a la Universidad Central de Venezuela (UCV) en el año 1881 y que lo llevaría a enamorarse de su vocación.
  2. Obtuvo una calificación sobresaliente en sus materias y, al graduarse, fue el estudiante más destacado de su grupo.
  3. Dominaba el español, francés, alemán, inglés, italiano, portugués y comprendía el latín.
  4. Su abuelo descendía del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros y su madre era una fiel devota, razón por la cual fue educado con fundamento católico.
  5. Víctima fatal del segundo accidente automovilístico registrado en Caracas.

Santa Carmen Rendiles

  1. Se convirtió en un testimonio de fortaleza y confianza en la providencia divina.
  2. Su pasión por la pintura fue su refugio y expresión artística, una forma de oración que preparó su alma para el servicio.
  3. Usaba una prótesis en su brazo izquierdo, la cual, lejos de ser una debilidad, era un símbolo de su independencia. Con un espíritu jovial, incluso se dedicó a actividades deportivas amateur, como jugar tenis.
  4. Fundó la Congregación Siervas de Jesús en Venezuela.
  5. El milagro que la llevó a la beatificación en 2018 tuvo una fuerte carga simbólica. Ocurrió en 2003 con la curación inexplicable de la Dra. Trinette Durán de Branger, una médica a quien una descarga eléctrica había afectado gravemente el brazo.