
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova, denunció este sábado que el 18 de agosto, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) frustró un intento de las fuerzas especiales ucranianas de volar el puente de Crimea.
El ataque habría sido planeado utilizando un automóvil cargado con 130 kilogramos de explosivo sintético de fabricación finlandesa, camuflado en el compartimento de la batería. El vehículo fue transportado desde Ucrania a través de varios países.
Además, presentó cifras alarmantes sobre el impacto del conflicto desde febrero de 2022. Según datos oficiales, más de 7.000 civiles rusos han muerto, incluidos 228 niños, y más de 16.000 personas han resultado heridas, entre ellas 986 menores. Solo en lo que va de 2025, las fuerzas armadas ucranianas habrían matado a más de 530 rusos, incluidos 15 niños, y herido a más de 3.100 personas, de las cuales 168 son menores.
En vísperas del Día de la Independencia de Ucrania, que se celebra el 24 de agosto, Zajárova cuestionó el significado de esta fecha, calificándola como “un baile sobre las tumbas de los ucranianos”. Acusó al gobierno de Kiev de continuar el “genocidio de su propio pueblo”, intentando erradicar su identidad étnica, lingüística y espiritual.
La portavoz recordó que el 24 de agosto de 2024, Zelenski firmó una ley que prohíbe a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana canónica, lo que considera una muestra de discriminación religiosa.
Zajárova concluyó que solo podrá hablarse de una verdadera independencia de Ucrania cuando sus autoridades “regresen a los orígenes de su estadidad” y pongan fin a la política de erradicación de todo lo ruso, así como a la persecución de la Iglesia Ortodoxa que atiende a millones de ciudadanos.
T/Telesur

