El Ejército israelí ha iniciado bombardeos en la histórica ciudad portuaria de Tyre, situada en el sur de Líbano, el 23 de octubre, intensificando así su ofensiva contra lo que el gobierno israelí califica como objetivos pertenecientes a Hezbolá. Este ataque representa un preocupante desarrollo en el contexto de las hostilidades actuales de Israel en Medio Oriente.

En medio de la escalada de tensiones, el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha emitido alertas de seguridad para sus ciudadanos en varias regiones de Sri Lanka, advirtiendo sobre una posible amenaza de «terrorismo».

Mientras tanto, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, ha llegado a Arabia Saudita en un esfuerzo por reavivar los diálogos de tregua en la región. Durante su visita, Blinken tiene programado reunirse con líderes de la Liga Árabe para buscar un cese al fuego tanto en el conflicto entre Israel y Hezbolá en Líbano como en la situación con Hamás en Gaza.

Las imágenes de columnas de humo tras los ataques aéreos israelíes en Tyre, un sitio reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, han conmocionado a la comunidad internacional y reafianzando los llamados a la paz en la región.