Un hallazgo reciente en el sur de Turquía ha captado la atención de la comunidad internacional: un sarcófago de piedra caliza descubierto en la iglesia de San Nicolás en Demre, antigua ciudad de Myra, que podría ser el lugar de descanso original del hombre que inspiró la leyenda de Santa Claus. Este descubrimiento, liderado por un equipo arqueológico dentro del proyecto Legacy for the future, ha revitalizado el interés en la figura histórica de este obispo griego del siglo IV cuya vida y actos de caridad dejaron una huella duradera en la tradición cristiana.

Los arqueólogos, dirigidos por la profesora Ebru Fatma Findik, creen que el sarcófago, encontrado a unos dos metros de profundidad en un anexo de dos pisos de la iglesia, podría ofrecer pruebas definitivas sobre el lugar exacto del entierro del santo. A pesar de que la historia de San Nicolás ha sido objeto de múltiples interpretaciones y traslados de reliquias a lo largo de los siglos, este hallazgo podría confirmar que los restos del famoso obispo reposaron originalmente en su ciudad natal antes de ser trasladados a Italia en el siglo XI.

La iglesia de San Nicolás, construida en el siglo V por orden del emperador bizantino Teodosio II, se erigió sobre lo que se creía que era el lugar de enterramiento del santo. Sin embargo, hasta ahora no había pruebas concluyentes que confirmaran esta teoría. El sarcófago descubierto presenta una tapa elevada y un diseño de tejado inclinado, un estilo común en las tumbas de la región durante el período bizantino temprano. Su proximidad al altar principal de la iglesia es un indicio de que pudo haber albergado los restos de una figura venerada.

San Nicolás, nacido en Myra en el año 270 d.C., es conocido por su vida de dedicación religiosa y por sus numerosos actos de generosidad, especialmente hacia los niños y los desfavorecidos. Según la tradición, tras su muerte en el año 343, fue enterrado en un lugar destacado dentro de la ciudad. Sin embargo, durante el siglo XI, sus restos fueron trasladados a la Basílica de San Nicolás en Bari, Italia, para protegerlos de las incursiones musulmanas en Anatolia.

Sus actos de generosidad inspiraron la figura moderna de Santa Claus, una transformación que comenzó en Europa y se consolidó en Estados Unidos durante el siglo XIX. Aunque la imagen de Santa Claus actual, con su traje rojo y barba blanca, parece estar muy alejada de la figura histórica de San Nicolás, ambas comparten un núcleo común: la idea de la caridad como un valor esencial. (Muy Interesante)