Para miles de inmigrantes en Estados Unidos, una simple fotografía familiar o un «me gusta» en redes sociales puede tener consecuencias devastadoras.

El gobierno norteamericano intensificó el uso de la vigilancia digital como una herramienta clave para acelerar la deportación de personas.

Mecanismos de vigilancia de redes sociales

Las agencias como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no se limitan a una revisión manual de perfiles públicos.

Emplean una infraestructura tecnológica, a menudo descrita como una «lupa digital», para analizar grandes volúmenes de datos.

A través de solicitudes formales de información y el uso de software de terceros que extrae documentación pública, las autoridades construyen perfiles detallados sobre las conexiones, actividades y hasta las opiniones de los inmigrantes.

Herramientas y algoritmos de empresas

El arsenal tecnológico incluye herramientas de inteligencia artificial capaces de realizar reconocimiento facial en fotografías, analizar el texto de las publicaciones para identificar sentimientos o afiliaciones políticas, y mapear redes de contactos.

Aunque los gigantes tecnológicos afirman proteger la privacidad de sus usuarios, sus modelos de negocio basados en datos crean un entorno propicio para el monitoreo.

Riesgos legales y proceso de deportación

Desde una perspectiva legal, la información obtenida de las redes sociales se incorpora como evidencia en los expedientes migratorios.

Un comentario, una foto con ciertas personas o la pertenencia a un grupo de Facebook pueden ser presentados por los fiscales como prueba de inelegibilidad para permanecer en el país, supuestas conexiones con actividades ilícitas o incluso como una contradicción a las declaraciones del solicitante.

Abogados de inmigración citados por medios como The Guardian advierten que esta práctica acelera las decisiones negativas y reduce las posibilidades de una defensa justa.

T/Al Mayadeen Español