
Un tribunal boliviano ordenó la aprehensión del expresidente Evo Morales después de que este no se presentara por segunda vez a una audiencia relacionada con un caso de trata agravada de personas. La investigación involucra una presunta relación con una menor de edad durante su mandato, con quien habría tenido un hijo.
El juez Nelson Rocabado desestimó los argumentos médicos presentados por la defensa de Morales, que citaba problemas de salud como bronconeumonía y bradicardia. Además de la orden de aprehensión, se dispuso un «arraigo nacional», notificación por edicto, y anotación preventiva de bienes.
La fiscal Sandra Gutiérrez había advertido previamente que si Morales no asistía a la audiencia, sería declarado en rebeldía. Morales ha sido acusado formalmente de trata de personas agravada y enfrenta una orden de captura vigente desde octubre, aunque su detención no ha sido posible debido a la conflictividad política y su refugio en el Chapare.
Morales ha denunciado las acusaciones como una «persecución política» destinada a evitar su participación en las elecciones presidenciales de 2025, algo que ya está vetado constitucionalmente.