Según un nuevo estudio, algunos trastornos ginecológicos como la endometriosis podrían estar relacionados con un mayor riesgo de cardiopatías y afecciones cerebrales.

Un grupo de investigadores revisó 28 estudios científicos que incluían a más de tres millones de personas y analizó trastornos ginecológicos como la endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico (SOP), los periodos menstruales dolorosos (dismenorrea) y los ciclos menstruales irregulares.

«Decidimos estudiar la posible relación (de los trastornos ginecológicos) con las enfermedades cardiovasculares porque las cardiopatías siguen siendo la primera causa de muerte en todo el mundo, y saber si las personas con estas afecciones corren un riesgo elevado es una pieza importante del rompecabezas de la salud preventiva», explicó a Euronews Health en un correo electrónico Mathew Leonardi, profesor adjunto de la Universidad McMaster de Canadá y uno de los autores del estudio.

Las personas con al menos uno de los trastornos ginecológicos tenían un riesgo un 28% mayor de padecer enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares, según los resultados publicados en la revista Heart. Las enfermedades cerebrovasculares son las que pueden afectar al flujo sanguíneo cerebral.

El aumento del riesgo era especialmente notable en las personas con endometriosis o síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad que afecta al funcionamiento de los ovarios.

El riesgo elevado se manifiesta pronto en la vida

«Otro hallazgo interesante fue que, en algunos estudios, este aumento del riesgo parecía manifestarse relativamente pronto en la vida, lo que sugiere que una intervención o seguimiento tempranos podrían marcar la diferencia a largo plazo», señaló Leonardi.

El metaanálisis no sugirió ningún aumento del riesgo de mortalidad para las pacientes que sufren alguno de los trastornos ginecológicos.

El estudio se suma «a las crecientes pruebas» de que las enfermedades ginecológicas no malignas «no sólo son problemas de salud localizados, sino que pueden tener efectos sistémicos» que podrían aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, dijo a Euronews Health la doctora Rachel Bond, cardióloga del Dignity Health Medical Group de EEUU, que no participó en el estudio.

Según los expertos, la inflamación crónica de bajo grado, los desequilibrios hormonales y los problemas metabólicos, como la resistencia a la insulina, podrían desempeñar un papel en la relación entre las distintas afecciones.

«Es probable que estos mecanismos se solapen y se refuercen mutuamente, lo que pone de relieve la complejidad de vincular la salud ginecológica y cardiovascular», dijo Leonardi.