
La tecnología ha cambiado la forma en la que grupos extremistas operan en el Medio Oriente, facilitando el surgimiento de nuevas armas de guerra.
Este martes y miércoles, fueron empleados beepers (localizadores de personas) para generar detonaciones simultáneas en el Líbano, siendo afectados principalmente miembros del Hezbolá.
Unos 12 muertos y 3 mil heridos se reportaron desde los estallidos de los dispositivos que, aunque descontinuados, eran el medio de comunicación empleado por los miembros del Hezbolá, pues no requieren de estar conectados a una red telefónica para su funcionamiento.
CONOCE MÁS: Buscapersonas explotan en el Líbano
Además, les permite el intercambio de mensajes en zonas sin señal de Internet y son difíciles de ser interceptados.
Surgidos desde los años 90 y confinados a la obsolescencia con el paso del tiempo, parece que grupos extremistas vieron en ellos un arma de guerra que, aunque parece no ser letal, son una estrategia «sin precedentes».
¿Qué sucedió?
Las explosiones iniciaron en el sur de Beirut y otras zonas del Líbano, durante la tarde del martes y la mañana del miércoles, y se extendieron por al menos una hora de forma continua.
Testigos indicaron que vieron salir humo de los bolsillos de la gente y que las explosiones se registraron luego de que los dispositivos emitieran un sonido.
La mayoría de los afectados presentaban heridas en las manos, en el rostro y/o en el torso.

¿Cómo ocurrió?
Según The New York Times, en cada buscapersona se habría implantado entre 28 y 57 gramos de material explosivo junto a su batería, y un interruptor que podía ser accionado de manera remota.
De igual manera, dio a conocer que estos dispositivos procedían de Taiwán y fueron cargados con explosivos en algún momento antes de llegar al Líbano.
También, se conoció que los «busca» fueron introducidos recientemente en el país, luego que Israel anunciara que extendería los objetivos de la guerra a su frontera con el país donde ocurrieron las detonaciones.

¿Por qué se considera un ataque sin precedentes?
La mayoría de los ataques registrados por sistemas de ciberseguridad, se han limitado a atentar sistemas de software.
En esta oportunidad, fue atacado directamente un sistema de hardware y se considera uno de los más extensos de la historia.

¿Quiénes fueron las víctimas?
Entre los afectados se encuentran principalmente miembros del Hezbolá, pero también personas que estuvieron cerca de los poseedores de los beepers.
Entre los muertos, hay un hijo de un parlamentario del Hezbolá y la hija de otro miembro.
De igual forma, entre los heridos se encuentra el embajador de Irán, Motjaba Amani, personal médico y hasta ciudadanos que recibieron el impacto de la explosión.
Los miles de heridos ocasionaron el caos en el país y su desestabilización, aspectos propios de una guerra de nueva generación.

¿A quién se le atribuye el atentado terrorista?
El primer ministro libanés, Najib Mikati, y el Hezbolá responsabilizaron de los hechos a Israel, y señalaron lo ocurrido como una «grave violación de la soberanía libanesa».
Además, se sugiere que el responsable conoce que los sistemas de seguridad de Hezbolá pasan por estrictas medidas y han sido perfeccionados a lo largo de décadas de enfrentamiento.
Por ello, el ataque es considerado de extraordinario, de un alcance sin precedentes, y de metódica planificación.
¿Cuáles son las implicaciones?
Aparte de que se espera una respuesta por parte de Hezbolá y de que exista mayor resistencia al uso de tecnologías de comunicación como el teléfono y ahora los beepers, esto aleja aún más el fin del conflicto en Medio Oriente.
Además, al tratarse del sistema de comunicación mayormente empleado por Hezbolá, el atentado implica que su sistema se encuentra interrumpido y puede ser un momento que Israel puede aprovechar para sus intereses.

¿Qué dijo EE.UU.?
Pese a las presiones de EE.UU. para que Israel cese su ofensiva sobre el Hezbolá, todo parece indicar que los esfuerzos diplomáticos siguen sin dar resultados.
«(Estados Unidos) No estuvo involucrado en el ataque en el Líbano», sostuvo Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado.
Ante las recientes elecciones, existe la preocupación de que Hezbolá planifique una represalia y estalle una nueva guerra total en Medio Oriente, algo que supondría un riesgo para la candidata presidencial Kamala Harris, quien ha pedido el alto al fuego.
Vale mencionar que Hezbolá es un grupo apoyado por Irán, que a su vez cuenta con el respaldo de Siria, Gaza, Irak, Jordania, Cisjordania y Yemen.
Natalie Rosales

