
Un aumento del 6,5% que elevaba sus ingresos a 9 millones de pesos mensuales(9.345,79 USD), en medio de una crisis económica que asola al país y golpea los bolsillos de millones de argentinos. Esta decisión, que los convertía en los mejores pagos del país a pesar de su baja productividad (sólo seis sesiones en lo que va del año), generó una indignación generalizada.
A raíz de la presión social y las crecientes críticas, los senadores se vieron obligados a revertir el aumento salarial. Todos los bloques parlamentarios acordaron rechazar la medida, según confirmó la senadora Carolina Losada.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó este hecho como una “inmoralidad” y denunció que mientras los senadores se autoconcedían un aumento del 300% en sus salarios, los sueldos del Poder Ejecutivo permanecen congelados. “Como representantes del pueblo deberían sentirse avergonzados”, argumentó.
Milei arremetió contra senadores
El presidente Javier Milei redobló sus críticas contra los senadores, a quienes acusó de «traicionar al pueblo argentino» al aprobar un aumento salarial del 300% en un año en el que solo ha realizado seis sesiones.
En contraste, los sueldos del Poder Ejecutivo, incluido el suyo propio, permanecen congelados desde diciembre. Milei calificó el aumento como «vergonzoso» y «una sobreactuación» que perjudica a los ciudadanos argentinos.
«No hubo aumento de sueldo para ministros, secretarios o subsecretarios. Tampoco para mí, que además renuncié a mi jubilación de privilegio. ¿Por qué? Porque esta administración entiende que el esfuerzo lo tiene que hacer la política, no la gente trabajadora que paga los impuestos», dijo el presidente al expresar su «máximo repudio» a lo que consideró «un vergonzoso aumento». Sentenció el jefe de estado argentino.