
El Gobierno de Javier Milei avanza hacia una nueva ola de privatizaciones en Argentina, con la apertura de diversos procesos para que el Estado venda o entregue en concesión activos en diversos sectores económicos clave.
“Todo lo que se pueda privatizar, se va a privatizar. Todo lo que pueda pasar al sector privado para que sea más eficiente, así se hará”, afirmó este miércoles el portavoz presidencial, Manuel Adorni, al anunciar la decisión del Ejecutivo de privatizar la empresa Belgrano Cargas y Logística, que opera tres líneas de
transporte de cargas por ferrocarril.
Poco después de asumir la Presidencia, Milei incluyó como “sujetas a privatización” a 41 empresas estatales dentro de un proyecto de ley de desregulación económica, lista que luego se rebajó a seis sociedades como parte de las negociaciones con la oposición para sacar adelante la norma.
En esa nómina quedaron Energía Argentina (con activos en el sector eléctrico y del transporte y la comercialización de gas); Intercargo (servicios en los aeropuertos a las aerolíneas); Aguas y Saneamientos Argentinos (Aysa, servicios
de agua potable y cloacas); Belgrano Cargas; Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse, trenes de pasajeros); y Corredores Viales (carreteras y autopistas por peaje).
La nueva ley también posibilita el ingreso de capital privado en Nucleoeléctrica
Argentina (NASA, operadora de centrales nucleares) y Yacimientos Carboníferos
Río Turbio (YCRT, operadora de una mina de carbón en el sur del país), aunque
en ambos casos el Estado nacional queda obligado a mantener una participación
accionarial mayoritaria.
De todo ese lote de empresas, además de Belgrano Catrgas, el Gobierno ya
anunció que licitará las carreteras de Corredores Viales para que sean
administradas por privados.
Semanas atrás también anunció que llamará a concurso para dar en concesión la
operación de cuatro centrales hidroeléctricas cuyos contratos con privados ya
están vencidos. (EFE)