Los tardígrados, esas microscópicas criaturas capaces de sobrevivir en el espacio y resistir temperaturas extremas, podrían tener la clave para mejorar los tratamientos contra el cáncer.

Un equipo de científicos del MIT, el Brigham and Women’s Hospital y la Universidad de Iowa ha encontrado una forma de usar una proteína de estos organismos para proteger las células humanas del daño causado por la radioterapia, informó 20Minutos.

Cerca del 60 % de los pacientes con cáncer reciben radioterapia, un tratamiento eficaz pero con efectos secundarios severos.

Las quemaduras, úlceras y hemorragias pueden hacer que muchos enfermos interrumpan su tratamiento. Ahora, los científicos han recurrido a la proteína Dsup, presente en los tardígrados, para reducir estos efectos adversos.

Cuando inyectaron en ratones ARN mensajero con la instrucción para fabricar Dsup, las células produjeron la proteína y mostraron un 50 % menos de daño en su ADN tras la exposición a radiación. Este avance, publicado en Nature Biomedical Engineering, abre la puerta a tratamientos más tolerables para los pacientes.