La Knesset (parlamento unicameral de Israel) aprobó una legislación que prohíbe las actividades de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el país, lo que podría tener graves consecuencias para millones de palestinos.

Asimismo, el parlamento aprobó dos proyectos de ley: uno que impide a la UNRWA operar dentro de Israel y otro que prohíbe cualquier contacto entre las autoridades israelíes y la agencia, revocando un tratado de 1967 que permitía a esta agencia de la ONU proporcionar servicios a los refugiados palestinos.

La primera ley fue aprobada con 92 votos a favor y 10 en contra, mientras que la segunda recibió 87 votos a favor y 9 en contra. Boaz Bismuth, miembro del partido Likud y promotor de la legislación, afirmó que «cualquiera que se comporte como un terrorista no tiene derechos en Israel» y equiparó a la UNRWA con Hamas. Por su parte, Yuli Edelstein, otro legislador, aseguró que esta directiva «no perjudica en modo alguno la ayuda humanitaria a Gaza».

La UNRWA, establecida en 1949 tras la creación de Israel, proporciona servicios esenciales a aproximadamente 5.9 millones de refugiados palestinos en Medio Oriente, incluyendo educación, atención médica y asistencia social. La agencia ha sido objeto de críticas por parte del gobierno israelí, que argumenta que algunos de sus empleados están vinculados a Hamas y que se enseña odio contra Israel en sus escuelas.

La decisión del parlamento israelí ha generado preocupación internacional, incluyendo advertencias del Departamento de Estado estadounidense sobre las posibles implicaciones legales y políticas. Estados Unidos ha instado a Israel a reconsiderar esta prohibición, destacando el papel crucial de la UNRWA en la asistencia humanitaria.