Dalma Maradona realizó fuertes señalamientos en contra de los médicos que atendieron a su padre

Dalma Maradona, la hija de Diego Armando Maradona, criticó este martes al equipo médico que estaba a cargo de los cuidados de su padre y describió las condiciones deplorables de la vivienda donde falleció, asegurando que había “olor a pis” y que “era un asco”.

“La situación era inaceptable; el lugar estaba en condiciones lamentables, con un fuerte olor a pis. La cama era repugnante, había un inodoro portátil y un panel improvisado en las ventanas para bloquear la luz. La habitación era horrible”, relató la hija mayor de Maradona, durante el juicio que involucra a siete profesionales de la salud por la trágica muerte de su padre.

Dalma también mencionó que en el lugar, ubicado en Tigre (provincia de Buenos Aires), no había un baño cercano y que la cocina estaba igual de sucia. “No tengo constancia de que hubiera alguien encargado de mantener el lugar limpio”, añadió durante su testimonio.

Recordó cómo Leopoldo Luque, médico personal de su padre, le aseguró que “la única posibilidad era una internación domiciliaria con aparatología médica, todos los médicos y una ambulancia afuera”. Sin embargo, según ella, “eso nunca sucedió”.

“Siendo su médico de cabecera pensé que iba a hacer lo mejor para mi papá… Confié en su palabra”, aseguró.

Este testimonio se suma al del exabogado y amigo cercano de Maradona, Víctor Stinfale, quien también criticó las condiciones de la internación domiciliaria y cuestionó el papel de Luque, al afirmar que los médicos “se preocuparon más por la adicción de Diego que por su corazón”.

“Teóricamente había un médico para cada área y Luque debía intervenir si los otros no cumplían con sus responsabilidades. Con un poco más de atención creo que se hubiera podido salvar”, aseguró Stinfale al inicio de la undécima audiencia del juicio.

Además del doctor Luque, otros acusados incluyen a la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, Nancy Forlini (doctora y coordinadora en Swiss Medical), Pedro Di Spagna (médico), Mariano Perroni (coordinador de enfermeros) y Ricardo Almirón (enfermero).

Gisela Madrid, enfermera implicada en el caso, también enfrenta cargos pero será juzgada por jurados como solicitó.

En este proceso judicial, los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach deberán decidir si siete de los ocho acusados son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual, lo que podría conllevar hasta 25 años de prisión.

T/EFE