El ejército colombiano anunció el inicio de «operaciones ofensivas» en una región fronteriza con Venezuela tras una arremetida de la guerrilla del ELN en la zona que desde la semana pasada deja unos 80 muertos y más de 36.000 desplazados.

«Hemos utilizado la artillería. Estamos adelantando operaciones ofensivas, pero también operaciones para controlar los corredores de movilidad y llevarle seguridad a las personas que están en los centros urbanos» cercanos al municipio de Tibú, declaró la noche del miércoles el general general Eric Rodríguez, jefe de operaciones del Ejército.

El ELN emprendió el 16 de enero en la región limítrofe del Catatumbo una operación contra la población civil y disidentes de las FARC, que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016, en el más grave estallido de violencia en el país durante la última década.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró desde la ciudad de Cúcuta, donde se concentran la mayoría de desplazados, que el gobierno del mandatario izquierdista Gustavo Petro «ha tomado la decisión de pasar a la ofensiva no solamente en el tema militar, de seguridad, sino también en (…) la transformación del territorio».

«Es totalmente inexcusable, inaceptable, los crímenes cometidos por el ELN, son actos de barbarie, es una matanza premeditada, organizada, la que ha hecho el ELN en el Catatumbo mientras se preparaban para una nueva conversación con el Gobierno», expresó Cristo.

Sin embargo, Cristo afirmó que el ELN apunta a «apropiarse de la renta de la coca, del narcotráfico» y a «ejercer un control territorial sobre la zona de frontera colombo-venezolana en esa parte del Catatumbo».

Conmoción interior

El presidente Petro anunció el lunes que decretaría un «estado de conmoción interior» para afrontar la crisis.

Con la declaración de conmoción interior, el Gobierno considera que tendrá «todos los instrumentos legales necesarios para enfrentar esta crisis y para restablecer la normalidad».

«A partir de la expedición del decreto en la noche de hoy, el Gobierno quedará facultado por 90 días para dictar medidas que nos permitan restablecer esa normalidad», manifestó Cristo.

Con él se busca fortalecer «las capacidades militares, aumentar el pie de fuerza, restringir comunicaciones e interceptar comunicaciones».

«Necesitamos avanzar en el control de la coca, avanzar con plan de choque en programas de sustitución de cultivos ilícitos, porque si no transformamos esa economía (…) vamos a seguir en lo mismo», precisó.

Igualmente, cuenta con una dimensión humanitaria para «atender como se merece debidamente, con toda la dignidad, a los desplazados provocados por el ELN, que están hoy en Tibú, Ocaña y la ciudad de Cúcuta».

La ofensiva del ELN contra una disidencia de las FARC ha dejado entre 60 y 80 muertos (según reportes de la Defensoría del Pueblo y de la Gobernación de Norte de Santander), aunque Medicina Legal ha recibido de momento solo 41 cuerpos por la dificultad para acceder a las zonas donde se produjeron los combates.

Igualmente, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) cifra en 38.419 los desplazados y en 12.176 los confinados.

Desde este miércoles, más de 30 cabecillas del ELN, entre ellos los máximos jefes «Pablo Beltrán», «Antonio García» y «Gabino», vuelven a ser prófugos de la justicia luego de que la fiscalía reactivara las órdenes de captura en su contra, que el ente persecutor había levantado entre 2022 y 2023 como parte de las negociaciones de paz, ahora suspendidas por decisión del mandatario. T/AFP-DW F/AFP