Cuba anunció este martes la liberación de 553 presos «por delitos diversos», tras la mediación del Vaticano y en el contexto de la reciente decisión de Estados Unidos de retirar a la isla de su lista de países patrocinadores del terrorismo.

El presidente Miguel Díaz-Canel comunicó esta decisión al papa Francisco a principios de enero, destacando que se trata de un «gesto de buena voluntad».

El anuncio se produce en medio de una crisis en Cuba, donde aproximadamente 1,100 personas están detenidas por razones políticas, según la ONG Prisoners Defenders.

De los 553 presos liberados, se incluyen 30 menores de edad y 225 manifestantes acusados de sedición.

La medida también se enmarca en el Jubileo Ordinario del Año 2025, declarado por el Papa Francisco. El gobierno cubano ha señalado que las excarcelaciones son parte de un análisis cuidadoso y reflejan la naturaleza humanitaria del sistema penal cubano.

Además, Estados Unidos ha suspendido la capacidad de sus ciudadanos para presentar reclamaciones sobre propiedades cubanas expropiadas desde 1959, lo que se suma a otros cambios en las relaciones bilaterales tras años de tensiones.

Esta liberación es vista como parte de un esfuerzo más amplio para mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.