China anunció un proyecto para construir la mayor estación solar espacial del mundo, ubicada a 36,000 kilómetros de la Tierra. Este megaproyecto tiene como objetivo captar energía solar de manera continua desde el espacio, con la intención de reducir la dependencia de combustibles fósiles y contribuir a la transición hacia fuentes de energía renovables.

La estación solar, que se espera que funcione de manera ininterrumpida, se desarrollará en varias fases. El primer prototipo, con una capacidad de 500 KW, está programado para ser lanzado en 2030, seguido por una versión operativa de 20 MW en 2035 y una estación final de 2 GW para 2050. Este esfuerzo requerirá un considerable despliegue logístico, incluyendo cientos de lanzamientos y el ensamblaje de miles de paneles solares en órbita geoestacionaria.

Long Lehao, científico de cohetes en la Academia China de Ingeniería (CAE), comparó este proyecto con la construcción de la presa de las Tres Gargantas, destacando su magnitud e importancia. Para validar las tecnologías necesarias, se planea desplegar paneles solares de prueba en el espacio para 2026, con el objetivo de demostrar la transmisión inalámbrica de energía mediante láser y microondas.

Los conceptos técnicos para la estación solar incluyen diseños modulares y esféricos que rotan para maximizar la captación solar. La energía recolectada será transmitida a estaciones receptoras en la Tierra, donde se convertirá nuevamente en electricidad.

Este proyecto no solo posiciona a China como líder en energía solar espacial, sino que también plantea desafíos significativos en términos de seguridad y eficiencia en la transmisión inalámbrica. A medida que avanza esta iniciativa, otros países como Japón y Estados Unidos continúan investigando en el mismo campo.