
Según un reciente informe del centro de estudios para la Recuperación de Argentina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el país suramericano encabeza la lista de los países con mayor costo de vida en la región, superando incluso a algunos países europeos.
Para sobrellevar el costo de vida familiar en Argentina, una familia constituida por pareja con dos hijos, necesita al menos 14 salarios mínimos (unos 3.600 dólares al tipo de cambio paralelo), o aproximadamente 6 salarios básicos más de los que necesitan en Brasil y Perú, los dos países que siguen como los más caros de la región.
A pesar de ser uno de los principales productores mundiales de alimentos, Argentina presenta una paradoja alimentaria: una familia necesita más de un salario mínimo para adquirir una canasta básica. Esta cifra duplica el promedio regional y es casi cinco veces superior al de Europa, revelando una profunda crisis de acceso a alimentos en el país.
De igual forma, el costo de la vestimenta en Argentina resulta exorbitante en comparación con el resto de la región y Europa. Un par de zapatillas Nike de gama media representa un 70% del salario mínimo local, mientras que en otros países de América Latina este mismo producto equivale a menos de un cuarto del salario mínimo. En Europa, el contraste es aún mayor, ya que este gasto representa menos del 7% del ingreso promedio.
Si bien el precio del combustible en Argentina (0,9 dólares) es inferior al promedio internacional (1,32 dólares), la carga económica que representa para los argentinos es significativamente mayor. La población de este país debe destinar un 0,55% del ingreso mínimo para adquirir un litro de gasolina, una proporción superior al promedio regional (0,33%) y más del cuádruple del promedio europeo (0,11%).
Algunos de los factores que han influido en el elevado costo de vida en Argentina son la devaluación del peso argentino frente al dólar y la inflación.