El almirante Rob Bauer, jefe del Comité Militar de la OTAN, realizó este lunes un llamado significativo a los líderes empresariales de Occidente, instándolos a adaptarse a un “escenario de guerra” y a ajustar sus líneas de producción y distribución en consonancia con este posible contexto global.

Durante su discurso en un evento del European Policy Centre en Bruselas, Bauer subrayó la importancia de la cooperación entre el ámbito militar y el sector económico para enfrentar desafíos estratégicos.

“Si bien son los militares quienes ganan las batallas, son las economías las que ganan las guerras”, declaró el alto oficial. “Debemos garantizar que los servicios y bienes esenciales puedan ser entregados, sin importar las circunstancias; esto será clave para nuestra capacidad de disuasión”.

Bauer también destacó la fuerte dependencia de economías occidentales respecto a los insumos provenientes de China, país que domina el mercado global de materiales estratégicos como las tierras raras, esenciales para la tecnología moderna. China produce el 60 % de estos materiales y procesa el 90 % de los restantes, consolidándose como el principal proveedor mundial.

Además, el almirante señaló que otros productos esenciales, como componentes químicos para medicamentos clave, incluidos sedantes, antibióticos, antiinflamatorios y tratamientos para la presión arterial, también provienen en gran medida del gigante asiático. Esto, según Bauer, representa un importante riesgo estratégico en caso de tensiones geopolíticas. “Somos ingenuos si creemos que el Partido Comunista de China no usará ese poder cuando lo considere necesario”, advirtió Bauer.

En este sentido, enfatizó que los líderes empresariales de Europa y Estados Unidos deben ser conscientes de que sus decisiones comerciales tienen consecuencias directas para la seguridad de sus naciones.

El discurso del jefe militar llega en un contexto de creciente tensión global, con un reordenamiento de alianzas estratégicas y una cada vez mayor relevancia de los aspectos económicos en la capacidad de respuesta frente a posibles conflictos.

La declaración se suma a las advertencias sobre la necesidad de fortalecer la autonomía económica y diversificar las cadenas de suministro como una medida esencial para garantizar la estabilidad y seguridad en el futuro cercano. (RT)