En un acuario del Parque Forestal Primitivo de Xishuangbanna, en China, una joven artista rusa de 22 años, conocida como Masha, vivió un episodio sacado de una película de terror. Interpretando a una sirena en un estanque, nadaba entre los peces.

Un pez gigante, sin previo aviso, se abalanzó sobre ella y la mordió en el rostro. Los espectadores, entre ellos muchos niños, no pudieron evitar el grito de horror. El video del ataque pronto se volvió viral.

Sin embargo, lo verdaderamente alarmante vino después. A pesar de sus heridas en la cabeza, el cuello y el ojo, Masha continuó con su trabajo en el acuario, para seguir ofreciendo entretenimiento a los asistentes.

En nuestra fascinación por lo extraordinario, olvidamos que los animales no son actores ni accesorios y sobre todo, que no quieren vivir en un acuario para ser admirados por su exótica belleza, refiere RT.