
La crisis social en Ecuador escaló drásticamente el domingo en horas de la noche al confirmarse la muerte de un manifestante indígena por impacto de bala en la provincia de Imbabura, en el contexto de las protestas antigubernamentales que cumplen siete días.
La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) denunció el fallecimiento de Efraín Fueres, un comunero indígena que murió en un hospital tras ser herido en Cotacachi. La organización rechazó categóricamente el uso letal e ilegítimo de la fuerza y exigió una investigación inmediata para determinar responsabilidades en el crimen.
La denuncia de la Fundación se produce en medio de reportes de una fuerte represión militar y policial en zonas rurales. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que mantiene el llamado al paro nacional, reportó que durante la noche y madrugada, un convoy de seguridad ingresó a comunidades como Ilumán y Cotacachi, empleando bombas lacrimógenas y munición real. Adicionalmente, una persona más permanece en estado grave a causa de la violencia, según detalló Inredh.
Por su parte, el presidente Noboa mantiene una postura inamovible, reiterando en una entrevista con Ecuavisa que «la Policía y el Ejército se encargarán de retomar el orden». El mandatario justificó la represión al asegurar que la protesta dejó de ser social, argumentando que hay informes de inteligencia que vinculan a los manifestantes con la minería ilegal, el crimen organizado e incluso con la presencia de miembros del grupo criminal transnacional «Tren de Aragua».
La Conaie ratificó este domingo la continuidad del paro nacional que cumple siete días, manteniendo firme su exigencia al presidente Daniel Noboa de derogar el decreto 126, que eliminó el subsidio al diésel.
T/Telesur