
La noche del 2 de noviembre, día en el que fue el concierto de Shakira en Bogotá, se convirtió en todo un hito para la historia de la capital colombiana. En el marco de este evento, que tuvo como lugar el Vive Claro Distrito Cultural, la barranquillera consiguió reunir a más de 50.000 asistentes, cifra que la ubica entre las presentaciones más multitudinarias que ha tenido la ciudad hasta el momento.
Su actuación se elevó más allá de lo normal, gracias a que contó con la asistencia orquestal de la Filarmónica de Mujeres de Bogotá en la interpretación de su éxito mundial La pared. Este momento fue magistral para los asistentes, ya que la fusión de la voz de la artista con los instrumentos permitió que se conectaran de la manera más emotiva y simbólica con la letra de la canción.
La importancia de esta presentación radica en cómo una artista colombiana de talla mundial consiguió compartir escenario con las artistas locales, un gesto que sin duda alguna celebró el talento femenino y en esa medida reafirmó que Bogotá puede acoger shows de gran magnitud.
Por otro lado, este concierto no solo marcó un récord en asistencia individual, sino que también dejó su huella en la economía de la capital y en el tejido cultural. De acuerdo con cifras de la Alcaldía Mayor de Bogotá, el impacto que se estima con este show es de US$17,1 millones en términos de derrama económica, mientras que la ocupación hotelera superó 90%. Lo que permite hoy posicionar a Bogotá como la capital de los grandes eventos.
De igual manera, este espectáculo para Shakira también tuvo un significado a nivel personal, pues además de consolidarse cada vez más como una de las artistas latinas más influyentes, con cerca de 95 millones de discos vendidos y 350 premios, este concierto también le reafirmó el vínculo que tiene con Colombia.
T / La República

