Al igual que las personas, estos felinos también pueden sufrir degeneraciones del sistema nervioso a medida que pasa el tiempo. El síndrome se conoce como disfunción cognitiva felina, mejor conocido como demencia senil pero en animales.

De acuerdo con una investigación efectuada por la Universidad de Bristol, en Reino Unido, esta afección se caracteriza por cambios en el comportamiento que no son originados por otras patologías. La mayoría de los gatos podrían experimentar demencia a los 15 años, aunque hay algunos que pueden presentar síntomas de este deterioro cerca de los siete años.

Científicos de la Universidad de Edimburgo, también se unieron en diferentes investigaciones referentes al caso, y se encontraron acumulaciones de la proteína beta-amiloide, que está asociada a la enfermedad de Alzheimer, en cerebros de estos animales.

Algunos de los síntomas del síndrome son maullidos inusuales y fuertes, en especial en las horas nocturnas, irritabilidad y aislamiento, alteración del patrón de sueño, por lo que estarán activos por las noches y dormirán más durante el día.

De igual modo, los mininos pueden tener problemas para controlar sus esfínteres, lucirán más desorientados y podrían experimentar episodios de ansiedad e inquietud. Por lo general, pueden estar menos activo de lo habitual y probablemente deje de acicalarse (lamerse).

La demencia felina es incurable, sin embargo sus duelos pueden ayudar a que su mascota pueda mejorar su condición o disminuir los síntomas. Ante esta situación, lo primordial es acudir al médico veterinario, quien será el indicado en prescribir el tratamiento adecuado, brindar estimulación cerebral mediante juegos interactivos, así como el consumo de suplementos alimenticios, pueden ayudar a mejorar la condición de la mascota y garantizar un entorno seguro colocando luces nocturnas para evitar la desorientación.

T/Agencias