
Nancy Mastronardi
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), junto al pueblo, conmemora este viernes 23 años del intento de golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez Frías el 11 de abril del año 2002.
La fecha que evoca una jornada donde las fuerzas patriotas, en compañía del pueblo venezolano, se alzaron en valentía y lealtad para defender la democracia marca un hito en la unión popular-militar al rechazar la arremetida de sectores oligárquicos que, auspiciados por factores internacionales, intentaron derrocar al gobierno legítimo del presidente Chávez.
El 11 de abril de 2002, la ultraderecha venezolana, en complicidad con los medios de comunicación privados, convocaron una protesta en Caracas para pedir la renuncia del jefe de Estado; sin embargo, esta manifestación fue desviada al Palacio de Miraflores, donde se encontraba el pueblo que respaldaba al presidente Hugo Chávez.
Una vez movilizados hasta las cercanías de la casa de Gobierno y con el apoyo de la Policía Metropolitana -actualmente inexistente- los grupos en contra del Gobierno arremetieron contra el pueblo reunido y el resto de la gente.
La oposición preparó todo para este golpe de Estado, antes del 11 de abril realizaron el llamado «paro cívico», convocado a partir del 10 de diciembre de 2001, a la que se sumó parte de la nómina mayor de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de Fedecámaras, entre otros sectores económicos del país.
Golpe, medios y terror
Ambas concentraciones se encontraron en las cercanías del Palacio de Miraflores tal como lo había planificado la oposición radical, e infiltrados armados (francotiradores) comenzaron a abrir fuego en contra del pueblo, paralelamente todos los canales de televisión privados promovieron la desinformación y el terror en la población.
El canal de televisión del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), fue sacado del aire en horas de la noche del 11 de abril.
Tras horas de desasosiego, en la madrugada del 12 de abril, comenzaron a rodar la matriz sobre la renuncia de Chávez, lo cual no fue cierto.
Luego se supo que el Presidente Chávez fue llevado por los golpistas a Fuerte Tiuna -en un primer momento- y luego fue retenido en Turiamo. Desde allí, logró escribir una carta donde afirmaba que no había renunciado. Gracias a ese mensaje enviado a través de un funcionario militar que lo cuidaba, el país conoció la verdad.
Mientras esto sucedía, las élites comunicacionales transmitían dibujos animados y, ante este silencio mediático, el pueblo comenzó a salir a las calles a averiguar y a exigir saber dónde estaba el presidente de la República.
Finalmente, los golpistas en Miraflores abandonaron el Palacio Presidencial, dirigidos por el dictador Pedro Carmona Estanga, juramentado «presidente» el 12 de abril en horas de la tarde.


