En su conferencia de fin de año, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que Israel es el principal beneficiario de la situación actual en Siria. «Quien más se beneficia de lo que ocurre en Siria es Israel», declaró, subrayando que la presencia militar israelí en el país árabe se ha incrementado significativamente desde la caída del régimen de Bashar Al Assad.

Putin indicó que la ocupación israelí del territorio sirio ha llevado a un despliegue de «varios miles» de efectivos en la región, sugiriendo que Israel no solo no tiene intención de retirarse, sino que podría reforzar su presencia militar.

«Esperamos que algún día Israel se retire de los territorios de Siria, pero ahora está llevando allí más tropas», añadió. El mandatario ruso condenó la ocupación de cualquier territorio sirio y reafirmó la postura inalterable de Rusia al respecto.

«Nuestra postura es obvia y no es susceptible de modificaciones», enfatizó.Putin también describió la situación en Siria como un «problema complicado» y anticipó tensiones crecientes en las relaciones entre Rusia e Israel. En este contexto, recordó que Rusia aboga por abordar la crisis siria y los conflictos en Oriente Medio bajo el marco del derecho internacional.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado sus operaciones en Siria, lanzando ataques aéreos contra objetivos estratégicos, lo que ha generado preocupaciones sobre la estabilidad regional.

Las FDI sostienen que su intervención es una medida defensiva ante las amenazas emergentes en el país árabe.