Este lunes el partido ultraortodoxo israelí Shas se pronunció en contra del primer ministro, Benjamín Netanyahu, asegurando que están «decepcionados»

Aseguraron que votarán a favor de disolver el Parlamento el miércoles, anunció su portavoz Asher Medina en una entrevista de radio, siendo su apoyo clave para que la moción que presenta hoy la oposición salga adelante.

«En la situación actual, votaremos el miércoles a favor de disolver la Knéset (el Parlamento)», dijo Medina en una entrevista para la radio Kol Beramah, alegando que el grupo está «decepcionado» con el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

El partido, con pocos escaños (11 de 120) pero cuyo apoyo permite a Netanyahu mantener la coalición de Gobierno, le exige que apruebe una exención del servicio militar para los judíos ultraortodoxos junto a la otra formación que representa a este grupo, Judaísmo Unido de la Torá.

Si ambos partidos, parte de la coalición de Gobierno, apoyan la moción que la oposición presenta este lunes en el Parlamento, esta contará con los votos necesarios para salir adelante. La disolución propiciaría unas elecciones anticipadas.

La votación del miércoles, sin embargo, no es la única necesaria para disolver la Knéset: son necesarias tres votaciones más.

Fuentes del partido de Netanyahu, el Likud, aseguraron al diario israelí Haaretz que esperan que este tiempo facilite al Ejecutivo llegar a un acuerdo con los ultraortodoxos que evite su disolución.

Los ultraortodoxos quieren que el Gobierno apruebe un plan que permita mantener gran parte de las exenciones militares a los miembros de su comunidad que, desde la fundación del Estado de Israel, permitían a los judíos que estudiaban a tiempo completo en una escuela religiosa no hacer el servicio militar obligatorio.

En junio de 2024, tras expirar la disposición temporal que permitía las exenciones (el asunto nunca había sido ratificado por ley), el Tribunal Supremo ordenó al Ejército comenzar a alistar a los ultraortodoxos, lo que obligó al Gobierno a poner en marcha una propuesta de ley para mantener gran parte de las exenciones, aunque también contempla el alistamiento de algunos ultrarreligiosos.

La iniciativa, sin embargo, está bloqueada en el Parlamento desde hace meses, ya que Edelstein, el parlamentario encargado de tramitarla, se niega a contemplar una propuesta que no aumente significativamente el número de personas que puede reclutar el Ejército.