Mafalda, la eterna niña de 6 años, cuya ingenuidad de doble filo desarmaba toda injusticia y norma social establecida, ha cumplido en su 60 aniversario el sueño que una vez expresó en una de sus viñetas: “aprender idiomas para ser intérprete de la ONU” y “contribuir a que los pueblos se entiendan”.

De la mano del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, su ciudad natal, una estatuilla de Mafalda, esculpida por el artista Pablo Irrang, llegó este lunes a la sede de la ONU, en Nueva York (EEUU) y se introdujo en el cuarto de los intérpretes de la sala donde sesiona el Consejo Económico y Social.

“No es casual que quisiera ser intérprete en la ONU, porque los valores que Mafalda promulgó siempre fueron los valores de la paz sobre la guerra, la justicia, la educación y sobre todo la libertad”, declaró a Noticias ONU la ministra de Cultura de Buenos Aires, Gabriela Ricardes.

Mafalda, creada por el humorista argentino Quino, representa una crítica social y política ingeniosa y perspicaz a través de la mirada de una niña curiosa e idealista. Con su aguda inteligencia, Mafalda cuestiona las injusticias, la desigualdad, y la hipocresía en el mundo, mientras expresa preocupaciones sobre la paz, los derechos humanos y el futuro de la humanidad. (Noticias ONU)