
Tres elementos fundamentales debe tener la educación, reflexionó este jueves el ministro Héctor Rodríguez.
«La educación debe ser para todos, no excluyente; debe proteger a nuestros niños, niñas y jóvenes, y también debe ser de calidad, que el muchacho realmente aprenda». Así lo expuso durante el inicio de la segunda fase del Plan Nacional de Formación Docente, en la sede del ministerio, en Caracas.
En este sentido, pidió abrir las puertas de todas las escuelas y liceos y buscar casa a casa a los niños y jóvenes que no estén escolarizados, saber el porqué y apoyarlos a regresar. Explicó que su despacho trabaja en esto desde el inicio del actual año escolar, y que gracias al trabajo de la comunidad educativa y del personal del ministerio se ha logrado incrementar la matrícula, «pero aún falta».
«Si el niño es un migrante que regresa al país hay que garantizarle el cupo, si no tiene uniforme o útiles, se los proporcionamos, pero no nos podemos permitir que un muchacho se quede sin educación», argumentó.
En cuanto al segundo elemento, pidió a los docentes ser garantes de la seguridad física, psicológica y social de los estudiantes, estar alertas si hay un cuadro de violencia o de vulnerabilidad y atenderlo. «Un maestro bien preparado es capaz de saber con solo observar cuando a un niño le afecta algo», dijo.
Sobre el tercer punto insistió en la evaluación permanente de los procesos educativos, esto es la autoevaluación en cada escuela, la evaluación de una escuela a otra, la convencional desde la institucionalidad y la evaluación que hace la comunidad donde está enclavada la escuela o liceo.
Rodríguez pidió no temer a los procesos evaluativos, pues estos “no son punitivos, sino reflexivos”. “Muchos gobiernos han utilizado la mención a la calidad educativa de manera política, y esto no es para castigar a nadie. Todos sabemos que los problemas de calidad educativa no son solo del maestro, son problemas de la sociedad. La evaluación debe ser un proceso de reflexión”, remarcó.
Asimismo, exhortó a evaluar la calidad educativa no solo a escala general, sino también en lo particular: Un estado, municipio, comunidad o escuela específicos y así saber en qué se está fallando y allí concentrar los esfuerzos para mejorar.
El Plan Nacional de Formación Docente inició en septiembre pasado en una primera fase. Se trata de un proceso asincrónico y multimodal en varias áreas y está a cargo de la Universidad Nacional Experimental del Magisterio abierto a docentes, con su respectiva acreditación curricular.