La democracia estadounidense, un bastión de la libertad y la justicia, ha vivido un periodo tumultuoso en los últimos años. Desde 2017 hasta 2021, bajo el mandato del expresidente Donald Trump, el país experimentó lo que se ha denominado un «periodo de contracción». A pesar de mejoras en algunos indicadores desde entonces, un reciente informe de la ONG IDEA Internacional revela que ciertos aspectos siguen por debajo de los niveles de 2015. En este artículo, exploraremos el estado actual de la democracia en Estados Unidos, las elecciones, el impacto de las campañas y las preocupaciones sobre el futuro.

Un periodo turbulento

Entre 2017 y 2021, la democracia estadounidense se vio afectada por polarización política y conflictos sociales. IDEA Internacional destaca que, a pesar de que la credibilidad de las elecciones parece haber mejorado en las elecciones intermedias de 2022, aún no alcanzan los estándares de 2016. La credibilidad de los comicios, junto con las libertades civiles y la igualdad política, no ha vuelto a niveles óptimos.

La credibilidad electoral

Las elecciones en Estados Unidos son generalmente bien organizadas, y los procesos de registro de votos son precisos. Sin embargo, la intimidación hacia los candidatos ha aumentado, lo que genera preocupación. Con las elecciones presidenciales del 5 de noviembre acercándose, el clima de tensión política es palpable. La violencia ha alcanzado niveles alarmantes, incluida la reciente amenaza de asesinato contra Trump.

Consecuencias del asalto al Capitolio

El asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, impulsado por la negativa de Trump a aceptar su derrota frente a Joe Biden, dejó cicatrices profundas en la percepción pública de la democracia. Un sondeo reciente indicó que menos de la mitad de los estadounidenses creen que las elecciones de 2020 fueron libres y justas. Esta desconfianza ha erosionado la fe en el sistema democrático y ha exacerbarado la polarización política.

El impacto de las campañas

El clima político actual se caracteriza por el descontento generalizado. Los ciudadanos expresan sentir enojo y cansancio al abordar temas políticos. Los debates presidenciales han perdido el respeto y han llegado a ser un terreno fértil para desinformación y ataques personales. Por ejemplo, en el último debate entre Harris y Trump, las declaraciones absurdas sobre inmigrantes generaron no solo risas, sino también amenazas de violencia.

La amenaza de la violencia política

IDEA Internacional reporta que uno de cada diez estadounidenses está abierto a la idea de la violencia política. Este es un indicativo preocupante que podría desestabilizar aún más el frágil estado político del país. La polarización y la falta de respeto hacia el otro lado están cada vez más normalizadas, lo que pone en riesgo la cohesión social.

La situación global

A nivel global, Estados Unidos sigue siendo visto como un referente en el desempeño democrático, aunque hay disparidades significativas entre estados y distritos. A pesar de estas diferencias, el informe de IDEA Internacional concluye que el país solo se ha recuperado parcialmente de su periodo de declive, lo cual es motivo de alarma.