Israel lanzó una nueva oleada de ataques contra el sur de Líbano este jueves, en un claro intento de atacar y destruir la infraestructura de Hezbolá.

“Nuestras fuerzas aéreas también atacaron una instalación de almacenamiento de armas de Hezbulá en el área de Khiam en el sur del Líbano”, añadió el mando militar israelí en un comunicado castrense.

El secretario general de Hezbolá, Hasán Nasralá, quien ofrecía un discurso minutos antes de estos nuevos ataques, señaló que las explosiones selectivas de artefactos electrónicos (conocidos como beepers), ocurridos el martes y miércoles, son un «duro golpe que cruzaba la línea roja».

Aunque Israel no ha reivindicado oficialmente la autoría de los atentados, un ex alto cargo de la agencia de inteligencia israelí Mossad calificó la operación de «exitosa».

Estos ataques sin precedentes han vuelto a disparar el temor al estallido de una guerra abierta en el Líbano, contra el que Israel ya había intensificado su retórica en los días anteriores, insistiendo en la necesidad de acabar con la presencia de Hizbulá en la frontera para que los más de 60.000 evacuados puedan regresar a sus casas.