Israel llevó a cabo un ataque en Saida, Líbano, que resultó en la eliminación de Jalil Maqdah, dirigente de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo militar del partido palestino Al Fatah. Este evento es significativo, ya que marca la primera vez desde octubre que un miembro de Al Fatah, la organización del presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas, es objetivo de ataques israelíes.

Maqdah había sido acusado por Israel de operar en nombre de la Guardia Revolucionaria Iraní y de introducir armas iraníes en Cisjordania. Tras el ataque, el ejército israelí confirmó haber realizado “un ataque aéreo” contra él, así como otras acusaciones graves que incluían su implicación en la organización de atentados terroristas y en el tráfico de armas hacia la región ocupada de Cisjordania.

El ataque se produce en un contexto de creciente hostilidad por parte de las fuerzas israelíes en Líbano, lo que suscita preocupación entre la población civil. El conflicto entre Hezbolá y el Ejército israelí se está extendiendo cada vez más a áreas pobladas, lo que genera temores de que los campos de refugiados palestinos, donde están presentes Hamás y otras milicias palestinas, puedan convertirse en objetivos de futuros bombardeos israelíes. La situación es tensa, y la escalada de violencia plantea riesgos significativos para la estabilidad de la región.

RFI