«dispuesta a abrir el diálogo» global en torno al artículo 17 del reglamento sobre las transferencias de jugadores y a iniciar «acciones concretas que contemplen la opinión de los principales interesados de la comunidad del fútbol antes del 15 de noviembre próximo».

Para ello, la FIFA «invitó a las partes interesadas, entre ellas los representantes de la Asociación Europea de Clubes (ECA) del FIFPro y de la WLA, para analizar las conclusiones de la sentencia de la Corte de Justicia europea, para lo cual se creó una plataforma específica como parte del proceso de consultas».

La entidad, a través del responsable legal Emilio García Silvero, dijo que recibirá «con beneplácito las propuestas constructivas relacionadas con el artículo 17 de dicho reglamento y considera que el fallo en el caso Diarra representa una excelente oportunidad para debatir e identificar colectivamente posibles mejoras al actual cuadro normativo».

Diarra, de 39 años y ya retirado del fútbol, había iniciado su demanda hace una década en virtud de un reclamo salarial debido al cual mantuvo un conflicto contractual con el club ruso Lokomotiv de Moscú y se vio impedido de jugar en el belga Charleroi. Hace algunos días, la Corte de Justicia europea le dio la razón.

Fue tras considerar que las normas de la FIFA, que regulan situaciones en las cuales los clubes que consideran que un futbolista rescinde su contrato sin «justa causa» antes de finalizado y lo obligan a pagar una indemnización, a la vez que el club que lo incorpora puede ser pasible de sanciones, «obstaculizan la libre circulación de los futbolistas profesionales».

El fallo favorable a Diarra fue comparado por algunos con la sentencia que derivó en 1985 en la denominada «Ley Bosman», que alude al caso del ex futbolista belga Jean-Marc Bosman y cambió para siempre las reglas al determinar la ilegalidad del cobro de indemnizaciones por el traspaso de jugadores al final de sus contratos.

ANSA