Desde 2021, la casa de subastas londinense Sotheby’s cuenta con una sección dedicada al arte digital en la que se han recaudado unos 200 millones de dólares. Una de las últimas obras vendidas en este apartado ha sido AI God (Dios de la IA), un retrato del criptoanalista Alan Turing que ha alcanzado los 1,08 millones de dólares. Pero lo sorprendente no solo es su precio millonario, sino que se trata de una obra creada por el primer robot humanoide artista de la historia, Ai-Da, descrito en su página web como un “artista robot ultra-realista”.

Después del cierre de la venta, el 7 de noviembre, Sotheby’s lanzó un comunicado referente a las cifras alcanzadas en la subasta de la pintura: “El precio récord de venta de hoy para la primera obra de arte de un artista robot humanoide que sale a subasta marca un momento en la historia del arte moderno y contemporáneo, y refleja la creciente intersección entre la tecnología de IA y el mercado global del arte”.

AI God se expuso por primera vez a principios de 2024 como parte de una muestra de cinco cuadros durante la cumbre IA para el bien, celebrada por Naciones Unidas en Ginebra, entonces se explicaba que “el retrato de Turing hecho por Ai-Da no solo honra su legado, sino que también explora el impacto transformador de la tecnología en la identidad humana, la creatividad y la autonomía, lo que convierte su obra en un hito significativo tanto en el arte como en la IA”.

Así pintó el cuadro

Ai-Da comenzó a desarrollarse en 2019 por el galerista británico Aidan Meller en colaboración con diferentes expertos en programación e Inteligencia Artificial. En la página web de este robot se explica que está programado con algoritmos de Inteligencia Artificial y que es gracias a estos, unidos a las cámaras de sus ojos y su brazo robótico, es capaz de diseñar, pintar y producir, ya que además de pintura también es capaz de crear pequeñas esculturas.

¿Pueden las obras de IA ser arte?

Henrik Hanstein, experto en el mercado del arte, se muestra escéptico a este panorama: «Por supuesto, la cantidad de siete cifras está dando la vuelta al mundo (…) pero no hay que sobrevalorarla, podría ser una casualidad”, afirmó para DW.

Sin embargo, Hanstein no quiere descartar por completo la posibilidad de que las obras generadas por IA puedan ser arte, aunque no cree que un museo exponga tales obras.

En lo que respecta al arte de la IA, Hanstein duda de que un ordenador pueda ser tan creativo como un artista adelantado a su tiempo. «Pero, con gusto, me dejo sorprender», dice. (EPE / DW)