
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, rechazó las críticas en torno a la reforma constitucional que busca transferir el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En declaraciones al diario Milenio, Sheinbaum aseguró que “no tienen por qué preocuparse” y que se respetarán los derechos humanos, enfatizando que esta medida no implica una militarización del país.
Sheinbaum aclaró que el mando militar no tomará decisiones de forma arbitraria, ya que ella misma actuará como la comandante suprema de las fuerzas armadas al asumir el cargo el próximo 1 de octubre. “Militarización significa un mando militar tomando decisiones; en este caso, será un poder civil”, afirmó.
La reforma fue aprobada recientemente por la Cámara de Diputados con 362 votos a favor y 133 en contra, y ahora se encuentra en camino hacia su debate en el Senado.
Este cambio legislativo permitirá que la Guardia Nacional, creada en 2019 con un carácter civil-militar, quede completamente bajo el mando del Ejército.
Organizaciones de derechos humanos, como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y Amnistía Internacional, han expresado su preocupación por la reforma, argumentando que podría resultar en violaciones a los derechos civiles.
A pesar de las advertencias y críticas, la administración saliente de Andrés Manuel López Obrador y su sucesora parecen decididas a avanzar con la reforma.

