Donald Trump delineó una agenda cargada de medidas polémicas y ambiciosas durante su discurso inaugural como el 47° presidente de Estados Unidos.

Entre sus prioridades destacó la declaración de emergencia nacional en la frontera con México, el fortalecimiento de la seguridad territorial, la explotación de combustibles fósiles y el regreso a políticas migratorias estrictas como «Quédate en México».

Además, anunció su intención de recuperar el control del canal de Panamá, imponer aranceles a países extranjeros y lanzar una misión para plantar la bandera estadounidense en Marte.

Estas declaraciones fueron realizadas este lunes 20 de enero, durante su toma de posesión en el Capitolio, marcando su regreso a la Casa Blanca tras cuatro años fuera del poder.

Trump reiteró su compromiso con el cierre inmediato de las entradas ilegales al país y prometió deportaciones masivas. También anunció que designará a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que permitirá movilizar recursos federales para combatirlos.

Su administración buscará eliminar la presencia de redes criminales extranjeras en suelo estadounidense, incluyendo grupos como el Tren de Aragua.

En materia económica, Trump se comprometió a imponer aranceles a países extranjeros para fortalecer las finanzas internas y anunció su salida del Acuerdo Climático de París.

Rechazó las energías limpias y los vehículos eléctricos en favor del petróleo, al que calificó como «oro líquido». Además, prometió impulsar la manufactura nacional para revitalizar sectores como el automotor.

En el ámbito social, reafirmó su postura conservadora al declarar que solo reconocerá «dos géneros: hombres y mujeres».

Finalmente, cerró con una visión ambiciosa al prometer que Estados Unidos plantará su bandera en Marte como parte del destino manifiesto del país.

Con estas declaraciones, Trump no solo marca el inicio de su segundo mandato, sino también un período lleno de desafíos e incertidumbre tanto para Estados Unidos como para la comunidad internacional.