
Tras un mes de protestas contra las medidas económicas del presidente Daniel Noboa, en especial la eliminación del subsidio al diésel, que elevó el precio del galón de 1,80 a 2,80 dólares, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunció este miércoles el cese del paro ante la brutal represión de la fuerza pública contra los manifestantes, que dejó tres fallecidos, 296 heridos, 205 detenidos y 15 desaparecidos temporalmente, según la Alianza por los Derechos Humanos del Ecuador.
Mediante una alocución difundida a través de las redes sociales de la Conaie, su presidente, Marlon Vargas, manifestó: «Frente a esta realidad, hemos tomado una decisión difícil, pero necesaria: el cese del paro, despejar las vías y replegarnos a nuestros territorios para proteger la vida de nuestra gente».
El líder indígena exigió al presidente Daniel Noboa «desmilitarizar nuestras comunidades, liberar a los detenidos y reparar a las familias de las víctimas». Pidió a las bases proseguir y ampliar el horizonte de la resistencia: «Nuestra lucha no termina. Continúa en unidad, desde las asambleas territoriales permanentes, preparando la campaña por el No A La Consulta, en defensa de la democracia y los derechos del pueblo«.
Lo que comenzó como un reclamo por el aumento del combustible se transformó en un levantamiento nacional con demandas más amplias: reducción del IVA del 15% al 12%, incremento del salario básico, mayor inversión social, defensa del territorio frente a la minería y rechazo a la consulta popular convocada por el Ejecutivo para el 16 de noviembre, que incluye la posibilidad de una Asamblea Constituyente y la autorización de bases militares extranjeras.
La provincia de Imbabura, en la sierra norte, devino epicentro del conflicto. Comunidades de Otavalo, Cotacachi y Antonio Ante mantenían más temprano, este miércoles, bloqueos en más de 11 vías principales, en tanto en accesos a Pichincha y Loja se registraban cortes intermitentes.
T/Telesur

